9 de octubre de 2008

[F2008] Templo Zozoji



Este fue uno de los sitios que encontramos por casualidad este viaje y ha terminado siendo uno de mis lugares favoritos en Tokyo.
El tempo Zojoji se construyó en 1393 y se movió a su ubicación actual junto a la Torre de Tokyo en 1598. Alberga cientos de estatuas y un altar de oro, está dedicado a Jizo, patrón de los viajeros y los niños fallecidos. El edificio principal es una reconstrucción de 1974 porque el original fue destruido en los bombardeos de Mayo de 1945.



Después de que Tokugawa Ieyasu se trasladara a Edo (Tokyo) en 1590 Zojoji se convirtió en el templo de la familia Tokugawa, cuyo mausoleo se encuentra en los jardines del templo. Su escudo todavía decora la mayoría de los edificios. La puerta principal del templo recibe el nombre de Sangedatsu y fue contruida en 1605 utilizando el estilo de la dinastía china Tang.

En los jardines hay dos árboles famosos, uno plantado en 1879 por el General Ulysses S. Grant (presidente número 18 de los Estados Unidos), y el otro plantado en 1982 por George H. W. Bush (el padre del idiota).
No se si fue porque había estado lloviendo a ratos durante la mañana pero el caso es que cuando fuimos había muy poca gente por los alrededores y el templo ofrecía un estampa muy tranquila y un bonito contraste con la torre de Tokyo elevándose detrás de él. Había leido sobre este templo antes del viaje pero me había olvidado completamente de él y hasta que no llevábamos un buen rato allí no me di cuenta de donde estábamos.
Acceso: Las estaciones de metro más cercanas son Onarimon y Shibakoen en la linea Mita, y la estación Daimon en la linea Oedo. También se puede llegar caminando 10 minutos desde la estación Hamamatsucho en la linea JR Yamanote y Keihin-Tohoku
Es practicamente imposible perderse desde Hamamatsucho. Para llegar solo hay que caminar en linea recta desde la estación (A) hasta la Torre de Tokyo, el templo Zojoji (B) está justo al lado.


La parte de los jardines donde se encuentran las estatuas de Jizo dedicadas a los niños es bastante melancólica, las estatuas se alinean a docenas entre molinillos de viento, cada una con su gorro, su babero, y un nombre escrito en la espalda. Hay algunas oscurecidas por el paso del tiempo y otras que se nota que llevan muy poco allí, verlas sabiendo que cada una representa a un niño que ya no está es un poco deprimente.



La calles circundantes también son bastante tranquilas (para lo que es una ciudad japonesa) y apenas se escucha ningún sonido. Si vais de camino a la Tokyo Tower es una parada imprescindible y sino puede ser una visita interesante para desconectar durante un tiempo del caos de la ciudad y meditar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Habra que ir a echarle un vistazo :-)

silverchaos2k dijo...

me lo apunto ^^ gracias por la info!! ^^